Una joven de 19 años denunció en la Comisaría de la Mujer a Nicolás Caputo, por haberla amenazado, golpeado y ahorcado. Hacía tres semanas le habían otorgado la libertad condicional luego de que en mayo de 2018 el Tribunal Federal lo condenara a 8 años y 6 meses de prisión.
Desde la Asamblea por una Sociedad Sin Fascismo denunciaron a Nicolás Caputo, uno de los condenados por la Justicia Federal por haber protagonizado los ataques neonazis en Mar del Plata entre 2013 y 2016, por haber haber atacado a una de las testigos que lo llevó a juicio a tan solo tres semanas de haber obtenido la libertad condicional.
Caputo estuvo 5 años detenido en el Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y fue excarcelado con la colocación de una tobillera electrónica, monitoreada por la Dirección de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
La decisión del Poder Judicial se basó en una supuesta buena conducta carcelaria y un pronóstico de reinserción social favorable, aunque el Tribunal sugirió un tratamiento psicoterapéutico donde pudiera trabajar “aquellos aspectos de su personalidad que han resultado negativos para el medio libre”.
Según explicaron desde la Asamblea por una Sociedad Sin Fascismo, hace aproximadamente un año la víctima y Caputo, en prisión, tomaron contacto vía redes sociales. En los diálogos, el condenado se habría mostrado “persuasivo y hábil” para ganarse la confianza de la joven de 19 años con la “clara intención de hacerle cambiar su declaración”.
Según consta en la denuncia presentada en la Comisaría de la Mujer, los hechos ocurrieron el pasado 23 de abril, cuando quien fuera uno de los integrantes de la banda neonazi Bandera Negra se encontró con la víctima y, una vez en un departamento, la habría amenazado, insultado, golpeado e intentado ahorcar con la cortina del baño.
En esa lucha por escaparse del agresor, la joven recibió golpes en su rostro. Ante los gritos de auxilio y el alboroto generado, el atacante huyó por la ventana del primer piso con el teléfono celular de la víctima. La joven aseguró que Caputó llamó a su hermano, Marcos, quien también fue condenado en la misma causa, pero ya cumplió con su pena y hoy es efectivo policial de la Policía Bonaerense.
La denuncia fue presentada el sábado en la Comisaría de la Mujer y, por protocolo, ya se ordenó una orden de restricción de acercamiento. Desde la Asamblea por una Sociedad Sin Fascismo consideran que la conducta de Nicolás Caputo “representa una amenaza para su reciente víctima, para su entorno y el resto de la sociedad” y solicitan que se revea su libertad condicional.
Para recordar que Caputo había sido condenado por organizar una agrupación destinada a imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza o el temor, en concurso ideal con el delito de pertenecer a una organización y realizar propaganda basado en ideas o teorías de superioridad de una raza, religión o grupo étnico, en concurso real con los delitos de lesiones graves agravadas por haber sido cometidas con el concurso premeditado de dos o más personas, lesiones leves, amenazas y daños en perjuicio del establecimiento comercial “Nevermind”; todos ellos agravados por haber sido cometidos por persecución u odio a una raza religión o nacionalidad
La Daia había rechazado la libertad condicional
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) se opuso a la libertad condicional de Caputo, por entender que, junto a su grupo de pertenencia de ideología nazi, “ha asediado a Mar del Plata y a toda minoría contraria a su ideología, a las que ha atemorizado por años y que el odio ha sido el motor que impulsó todo tipo de actos violentos y de discriminación comprobados y traería aparejada con su libertad una enorme peligrosidad para la sociedad marplatense”.